Lo que deberías buscar (y evitar) en una etiqueta cosmética

Aprende a leer las etiquetas de los cosméticos

¡Hola! 💕
¿Alguna vez has estado en una tienda, con un bote en la mano, intentando descifrar una etiqueta cosmética como si fuera una receta de alquimia?
No estás sola. Yo también he sentido esa mezcla de curiosidad, frustración y ganas de rendirme.

Hoy quiero ayudarte a leer con criterio las etiquetas de tus cosméticos, para que no te dejes llevar solo por las palabras bonitas del envase y puedas elegir productos que realmente beneficien tu piel (y evitar los que no aportan nada o incluso pueden irritarla).

Vamos a descifrar juntos qué ingredientes buscar, cuáles evitar según tu tipo de piel y cómo no caer en las trampas del marketing cosmético. ¡Empieza el viaje al backstage del INCI!

¿Qué es exactamente el INCI?

Es la lista de ingredientes que aparece en la parte trasera de los productos. Sus siglas vienen de International Nomenclature of Cosmetic Ingredients, y aunque parece un trabalenguas en latín, entenderlo puede cambiar totalmente tu forma de consumir cosmética.

Los ingredientes aparecen en orden de concentración, de mayor a menor. Así que lo que aparece primero es lo que más contiene el producto (salvo que sean ingredientes con concentraciones por debajo del 1%, que ya pueden aparecer en cualquier orden al final).

Ingredientes que vale la pena buscar

Aquí van algunos ingredientes que sí tienen respaldo científico y que, si ves en los primeros puestos del INCI, pueden ser una buena señal:

• Glicerina, ácido hialurónico, pantenol: hidratan y refuerzan la barrera cutánea.

• Niacinamida: regula el sebo, mejora el tono, fortalece la piel.

• Ceramidas: claves para una barrera sana, ideales en piel sensible o deshidratada.

• Centella asiática, alantoína, madecassoside: calman e hidratan, perfectos si tu piel se irrita fácilmente.

• Ácido salicílico, ácido glicólico, láctico: exfoliantes eficaces si buscas mejorar textura, poros o luminosidad (ojo: mejor si están regulados por un profesional).

• Filtros solares de amplio espectro como Tinosorb S, Mexoryl SX, Uvinul A Plus: si es un solar, esto es oro puro.

Ingredientes que no deberías temer (pero que tienen mala fama)

• Alcohol denat.: no siempre es malo. En pequeñas cantidades puede ayudar a que el producto se absorba mejor o tenga una textura más ligera, especialmente en piel grasa. Pero ojo si tienes la piel muy seca o sensibilizada.

• Siliconas (dimethicone, cyclopentasiloxane): no obstruyen los poros ni son “plástico” como se dice por ahí. Son inertes, seguras y ayudan a mejorar la textura.

• Parabenos: demonizados sin fundamento. Son conservantes eficaces y seguros, con muchísima investigación detrás.

¿Y qué ingredientes deberías evitar o mirar con lupa?

No todos los ingredientes son ideales para todas las pieles. Aquí algunos que pueden ser problemáticos para ciertos tipos de piel:

• Perfume (parfum): si está muy arriba en la lista, puede irritar, sobre todo en pieles sensibles.

• Aceites esenciales como citrus limon, lavandula angustifolia, eucalyptus globulus: aunque naturales, pueden ser irritantes o fotosensibilizantes.

• Colorantes artificiales: no suelen aportar ningún beneficio a la piel. No son peligrosos, pero sí prescindibles.

• Alcoholes secantes en altas concentraciones (alcohol denat., isopropyl alcohol): pueden resecar o sensibilizar si están en los primeros puestos del INCI.

• Ingredientes sin función clara pero con mucho marketing: “agua de unicornio”, “cristales de luna llena”, etc. Suenan bien, pero no tienen evidencia ni impacto real.

Trucos para leer etiquetas como un profesional

• No te obsesiones con cada ingrediente. Mira el conjunto: qué hay en las primeras posiciones, si hay activos interesantes, si hay muchos alérgenos.

• Compara productos similares. Verás que a veces pagas más por menos.

• Consulta herramientas fiables: como INCIDecoder o Skincarisma, pero con sentido crítico (pueden dar alertas por ingredientes que no son realmente un problema).

• No existe el INCI perfecto. Lo importante es que el producto se adapte a tu piel y necesidades.

En resumen...

Entender una etiqueta cosmética no es cosa de expertos. Con algunas claves puedes tomar decisiones más informadas y evitar dejarte llevar por el puro marketing.

Al final, elegir bien un cosmético no es solo una cuestión de ciencia, también es un acto de cuidado personal. Saber qué te estás poniendo en la piel te empodera, te protege… y también te ahorra mucho dinero.

Gracias por leer hasta aquí 💬

¿Te gustaría que hiciera un post analizando etiquetas de productos concretos? ¿O una guía imprimible con los ingredientes estrella según cada tipo de piel?
Estoy abierto a ideas y, como siempre, me encanta leer tus mensajes.

Hasta el próximo envío 💌
Un abrazo,